miércoles, 20 de noviembre de 2013

El centro Hélios de LVMH

 

Fotografía de Gaëtan Bernard pour Christian Dior Parfums.

El grupo de lujo francés LVMH inauguró el pasado lunes su nuevo centro de investigación. Diseñado por el gabinete Arte Charpentier, el centro Hélios complementa al complejo ya existente de Christian Dior Parfums en Saint-Jean-de-Braye. Este edificio, en el que el grupo ha invertido 30 millones de €, alberga la administración y los laboratorios de microbiología, cosmética y análisis. En él se van a producir productos de las diferentes firmas, aunque la producción principal será para Christian Dior, Givenchy y Guerlain. El nuevo centro amplía la extensión del campus de LVMH de 6.000 m2 a 18.000.

Z-22 Absolute Face Oil de Zelens


La firma de alta cosmética, formulada por el Doctor Marko Lens y una de las más prestigiosas en cuanto a cosmética preventiva, acaba de poner a la venta una mezcla de 22 aceites para el rostro.

Se trata de un aceite muy ligero y apto para todo tipo de piel. Es un tratamiento emoliente, es decir, no hidrata. Lo ideal es utilizarlo mezclado con una crema o sérum. Su base principal es de aceite de shisho, arroz, camelia, escualeno (oliva), rosa mosqueta (contenido destacable de vitamina A/retinol) y uva. Hasta aquí pinta genial, aceites ricos en vitamina E antioxidante, escualeno muy efectivo con las rojeces, rosa mosqueta ligeramente cicatrizante y regenerante (aunque muy mal tolerada por algunas pieles, la mía por ejemplo) hasta que leemos la lista de aceites que completan la fórmula, prácticamente todos irritantes por ser pura fragancia. Entre ellos encontramos el de bergamota, naranja, limón, geranio, rosa e incluso lavanda.

¿Merecería la pena este aceite?, depende. Si los incómodos aceites esenciales están en una concentración baja o muy baja sería ridículo descartar el producto, ya que en cada aplicación no vamos a utilizar más de tres gotas. Otro aceite a tener en cuenta es el de rosa mosqueta. Es de los aceites más comedogénicos que podemos encontrar y cualquier ingrediente de este tipo genera un estrés en la piel que sensibiliza la piel y la debilita. Igualmente, no es tolerado por muchas pieles tanto por el estrés que provoca su comedogenicidad como por la vitamina A. Hay que tener en cuenta que es una forma de retinol pura y libre, no está encapsulada como en los productos cosméticos y es la forma final y obviamente inestable de vitamina A, no un precursor. No todas las pieles soportan el aceite de rosa mosqueta. Aunque, como con los aceites esenciales perfumantes habría que tener la misma consideración: la cantidad que se presente en el producto final. No es lo mismo ponerse aceite de rosa mosqueta puro, que un aceite que lleve, por ejemplo, un 5%.

En España podemos encontrar Zelens en Nadia (una de mis perfumerías favoritas de Madrid) -Velázquez, 46 y Diego de León, 35-. El aceite contiene 30 ml. de producto a un precio de 80 €.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Mascarilla de ácido láctico de Dr. Sebagh



¿Qué es?
La mascarilla Deep Exfoliating Mask es un tratamiento exfoliante químico. Se aplica a modo de mascarilla, tras la limpieza. En unos diez minutos proporciona una exfoliación química muy intensa. No es un producto recomendable para pieles muy sensibles (hay una versión para este tipo de pieles). Se utiliza una o dos veces por semana.

¿Qué lleva?
Base de agua.
- Ácido Láctico (18%): AHA; disuelve las células muertas, exfolia la piel, también tiene un ligero efecto hidratante.
- Lisina: Aminoácido antioxidante, también ayuda a reparar la barrera natural de la piel.
- Ácido Azelaico: Mejora y equilibra la renovación de la piel, es antioxidante, antiinflamatorio, mejora el acné y regula la producción de melanina, previniendo y mejorando la hiperpigmentación.
- Silanediol: Antioxidante con un alto poder anti-inflamatorio. Mejora el fotoenvejecimiento y el daño solar.

Llevo años usándola, obviamente me gusta. Cuando la vuelvo a usar, las primeras aplicaciones molestan un poco, es normal. La piel se enrojece tras el aclarado, escuece mientras la mascarilla está sobre la piel, a veces el enrojecimiento dura un día (sobre todo en invierno). A partir de la segunda aplicación no se nota nada. 


Su textura es perlada, muy pegajosa al tacto. Cuesta bastante retirarla, mucho mejor durante una ducha que en el lavabo. Incluso es mejor lavarse con agua micelar, aplicar la mascarilla y después la limpiadora. Como su color, es su perfume; una especie de melocotón; bastante artificial y desagradable.

La mascarilla reseca bastante, una vez aclarada, la piel necesita mucha más hidratación que con un exfoliante mecánico común. A veces hay algo de rebote de brillos, en verano es más habitual. La piel queda muy suave y lisa, como utilizando varias noches un tratamiento queratolítico, con la diferencia en el número de aplicaciones. Personalmente, la recomiendo para combinarla con otros productos exfoliantes, tanto químicos como mecánicos. Es genial como tratamiento semanal e ideal como mantenimiento cuando no se usan ácidos en verano. Pese a que es un ácido no fotosensibilizante, su efecto en la piel obliga a protegerse la piel con un FPS alto o muy alto. 


La recomendaría para cualquier tipo de piel, exceptuando las piel muy grasas, a las que les aconsejaría utilizar cualquier otro ácido liposoluble, antes que el ácido láctico. Es un tratamiento ideal para pieles mixtas o secas que quieren proporcionar luminosidad a la piel, suavizar y mejorar el tono en general. El producto no contiene irritantes (aunque la clorfenesina que incluye como conservante puede ser contraproducente en pieles alérgicas), no tiene una concentración ridícula de ácidos ni una fórmula pobre o poco completa.

El tarro contiene 50 ml. y un precio de 80€; en Barcelona se vende en JC Apotecari (Major de Sarrià, 96) y en Madrid en Le Secret Du Marais (Hortaleza, 75). Dura 6 meses desde que se destapa el producto.

sábado, 9 de noviembre de 2013

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