¿Qué es?
La mascarilla Deep Exfoliating Mask es un tratamiento exfoliante químico. Se aplica a modo de mascarilla, tras la limpieza. En unos diez minutos proporciona una exfoliación química muy intensa. No es un producto recomendable para pieles muy sensibles (hay una versión para este tipo de pieles). Se utiliza una o dos veces por semana.
¿Qué lleva?
Base de agua.
- Ácido Láctico (18%): AHA; disuelve las células muertas, exfolia la piel, también tiene un ligero efecto hidratante.
- Lisina: Aminoácido antioxidante, también ayuda a reparar la barrera natural de la piel.
- Ácido Azelaico: Mejora y equilibra la renovación de la piel, es antioxidante, antiinflamatorio, mejora el acné y regula la producción de melanina, previniendo y mejorando la hiperpigmentación.
- Silanediol: Antioxidante con un alto poder anti-inflamatorio. Mejora el fotoenvejecimiento y el daño solar.
Llevo años usándola, obviamente me gusta. Cuando la vuelvo a usar, las primeras aplicaciones molestan un poco, es normal. La piel se enrojece tras el aclarado, escuece mientras la mascarilla está sobre la piel, a veces el enrojecimiento dura un día (sobre todo en invierno). A partir de la segunda aplicación no se nota nada.
Su textura es perlada, muy pegajosa al tacto. Cuesta bastante retirarla, mucho mejor durante una ducha que en el lavabo. Incluso es mejor lavarse con agua micelar, aplicar la mascarilla y después la limpiadora. Como su color, es su perfume; una especie de melocotón; bastante artificial y desagradable.
La mascarilla reseca bastante, una vez aclarada, la piel necesita mucha más hidratación que con un exfoliante mecánico común. A veces hay algo de rebote de brillos, en verano es más habitual. La piel queda muy suave y lisa, como utilizando varias noches un tratamiento queratolítico, con la diferencia en el número de aplicaciones. Personalmente, la recomiendo para combinarla con otros productos exfoliantes, tanto químicos como mecánicos. Es genial como tratamiento semanal e ideal como mantenimiento cuando no se usan ácidos en verano. Pese a que es un ácido no fotosensibilizante, su efecto en la piel obliga a protegerse la piel con un FPS alto o muy alto.
La recomendaría para cualquier tipo de piel, exceptuando las piel muy grasas, a las que les aconsejaría utilizar cualquier otro ácido liposoluble, antes que el ácido láctico. Es un tratamiento ideal para pieles mixtas o secas que quieren proporcionar luminosidad a la piel, suavizar y mejorar el tono en general. El producto no contiene irritantes (aunque la clorfenesina que incluye como conservante puede ser contraproducente en pieles alérgicas), no tiene una concentración ridícula de ácidos ni una fórmula pobre o poco completa.
El tarro contiene 50 ml. y un precio de 80€; en Barcelona se vende en JC Apotecari (Major de Sarrià, 96) y en Madrid en Le Secret Du Marais (Hortaleza, 75). Dura 6 meses desde que se destapa el producto.